BIENVENIDA

Hola a todas y todos.
Inicié este blog como posible escaparate de la grave situación que vivimos los profes de religión durante el curso 2008-09 (de ahí la noche de fondo en la cabecera).
Más tarde pasé a dedicarlo a reflexiones sobre nuestra labor como docentes y a la educación en general.

A fecha de mayo de 2016 andamos de nuevo liados, con decretos de la Junta de Extremadura que nos pueden hacer mucho daño como trabajador@s suyos que somos. Vuelvo a recoger escritos relacionados con nuestro conflicto, que parece eterno y que siempre resulta contaminado de ideología en los debates, no tanto en las realidades de los centros.
En mi dirección
nanemarin@gmail.com podéis comentar las realidades concretas (tanto avances como problemas) de cada uno y las colgaré aquí mismo.
Seguiré de todos modos recogiendo textos, enlaces, vídeos pillados de aquí y allá y reflexiones mías-nuestras relacionadas con nuestra tarea educativa.


Ánimo.



martes, 17 de noviembre de 2009

Lo más básico: la materia prima.

Como bien decía un compañero de instituto ya jubilado, los niños y niñas, adolescentes y jóvenes son nuestra materia prima, y la materia prima de un artista es la que es, no nos podemos quejar: ¡qué malos materiales nos dan para trabajar con ellos! y quedarnos tan tranquilos.

Pues bien, resulta que la materia prima ya no es lo que era (eso han dicho los mayores de todas las épocas respecto de los que vienen detrás, a los que tienen que educar). Y al fin y al cabo, los jóvenes no son sino el producto de la sociedad en la que les hacemos crecer, con sus valores y sus miserias.

Y quizá nos pasa a muchos de los que nos dedicamos a estas labores que no sabemos qué materia prima tenemos delante, no sabemos más que por aproximación (en muchos casos muy tópica) qué jóvenes son los de ahora. Como consecuencia quizá tampoco sabemos qué lenguaje hablarles para que nos entiendan (y atiendan, sí) y, sobre todo, para que les interese lo que les contamos y les interese contarnos lo suyo, que también tiene que estar en la educación.

Tenemos unos jóvenes* más rápidos y listos que nunca, pero poco protagonistas y con muchas dificultades para comprometerse en procesos largos, que necesitan experiencias intensas que marquen sus vidas.

Jóvenes faltos de ideologías o metas a largo plazo, pero que valoran lo afectivo, lo cercano y vivencial, y que necesitan por tanto un lenguaje claro, experiencial y narrativo.

Jóvenes muy satisfechos y comodones, víctimas del "efecto gusanito" (que mata el hambre del buen jamón con sucedáneos de felicidad) pero que necesitan encontrarse y compartir, vivir en red, experimentar la "comunión".

Y por último, jóvenes con unos referentes muy de cartón piedra (los triunfitos o Los Simpson se desmigajan a poco que se les rasque), que necesitan compañeros -referentes adultos o no tanto- de camino que les acompañen desde la autenticidad, no desde la imposición.

Quizá con esto nos podamos ir planteando un buen cambio de chip a la hora de acercarnos a nuestra materia prima y a la hora de programar lo que queremos transmitir en nuestra asignatura.

Pues nada, a jugaaaaaaaaaar.

* Extraigo y comento estas características del documento "Cambio de chip: el joven de hoy y el animador que requiere" de la Delegación Diocesana de Pastoral con Jóvenes de Mérida-Badajoz.